Varios
Conociendo la Voluntad de Dios en Nuestras Vidas
Hermanos, hoy hablaremos sobre un tema fundamental en la vida cristiana: cómo conocer y seguir la voluntad de Dios. Muchas veces nos encontramos en situaciones donde debemos tomar decisiones importantes, como aceptar un trabajo, casarnos o mudarnos, y nos preguntamos si estamos en la voluntad de Dios. Sin embargo, la clave para comprender Su dirección es conocer a Dios.
La Voluntad de Dios: General e Individual
La voluntad de Dios se divide en dos aspectos:
1. La voluntad general, revelada en Su Palabra, que establece principios claros sobre cómo debemos vivir.
2. La voluntad individual, que se manifiesta en las decisiones específicas que cada creyente debe tomar en su vida.
Dios nunca nos guiará a hacer algo contrario a Su santidad y principios. Por lo tanto, conocer Su carácter nos permite alinear nuestros deseos con Su voluntad.
El Problema de la Voluntad de Dios para Muchos Creyentes
Muchos cristianos ven la dirección de Dios como un problema porque a menudo contrapone sus propios deseos con lo que Dios quiere para ellos. Sin embargo, la Biblia nos enseña que la dirección divina se basa en dos verdades fundamentales:
1. Dios tiene un plan perfecto para cada uno de nosotros.
2. Dios es capaz de comunicarnos Su voluntad a través de Su Palabra.
En Isaías 58:11, la Escritura nos recuerda que Dios nos guiará y saciará nuestra alma, fortaleciendo nuestros huesos y haciéndonos como un huerto de riego. Esto nos muestra que Su dirección no solo es clara, sino también beneficiosa para nuestras vidas.
Nuestra Voluntad vs. La Voluntad de Dios
Antes de conocer a Cristo, vivíamos según nuestros propios intereses y deseos. Pero como creyentes, debemos someter nuestra voluntad a la de Dios. La Biblia nos muestra que:
• La dirección de Dios siempre está alineada con la verdad.
• No podemos conocer la voluntad de Dios sin conocerlo a Él.
• La única forma de conocer a Dios es a través de Su Palabra.
2 Timoteo 3:16 nos enseña que la Palabra de Dios es útil para enseñar, redargüir, corregir y educar en justicia, para que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para toda buena obra.
El Verdadero Propósito de Nuestra Vida
Muchos se esfuerzan por alcanzar metas terrenales: estudiar, trabajar, tener una casa, formar una familia. Pero si esto es lo único que buscamos, terminaremos sintiéndonos vacíos. El rey Salomón, el hombre más sabio y rico de su tiempo, dijo en Eclesiastés 2:11 que todo lo que había conseguido era vanidad y aflicción de espíritu.
Lo material nunca podrá llenar el vacío del alma, porque el alma no es material.
Nuestro verdadero propósito en la vida no es solo acumular bienes, sino vivir para glorificar a Dios.
La voluntad de Dios para nuestra vida es clara: vivir en santidad, conocerle y obedecerle. Mientras no pongamos a Dios como el centro de nuestra vida, siempre sentiremos insatisfacción. Dios nos ha dado Su Palabra como la única fuente segura para conocerle y para encontrar dirección en nuestra vida.
Que cada decisión que tomemos, ya sea en nuestra familia, trabajo o estudios, sea con el propósito de glorificar a Dios.
Dios les bendiga.